Google mata por fin las "cookies": así te van a rastrear ahora para mostrarte anuncios

Publicado el 31-01-2023      Notícia sobre:

 

Ahora todo el mundo se está preparando para vender anuncios personalizados en el futuro: desde startups a grandes telecos

 

La pregunta sobre si aceptas las cookies se ha convertido en la más odiada de internet y, probablemente, la que casi todo el mundo responde sin darle muchas vueltas. Pero pronto será historia. A finales de este año, Google va a acabar con las cookies o, al menos, eso dice. La fecha de defunción, que supone poner patas arriba el mercado de publicidad digital, ha sido pospuesta en varias ocasiones. Esta vez, parece que no habrá más demora y ahora todo el mundo está preparando para averiguar cómo vender anuncios en internet sin tener que espiar cada movimiento que haces en una web y acumular tus datos personales. 
 
Aunque no tengas conocimientos técnicos, es relativamente fácil entender qué son las cookies. Se trata de unos archivos de texto que guardan en tu navegador toda la información que dejas cuando entras a una web. En muchos casos, son clave para que las páginas funcionen más rápido y, por ejemplo, guarden tus credenciales en cada sitio. La parte más polémica llega cuando estas herramientas se usan también para saber tu ubicación, las horas a las que te conectas o qué te interesa más. No es que haya ningún cotilla al otro lado. Son solo negocios: todo eso se utiliza luego para venderte publicidad.
 
En 2020, Google ya anunció que acabaría con las cookies en un par de años, al igual que ya habían hecho antes otras tecnológicas, como Apple —que ya ha hecho un importante roto a la competencia con su sistema antirastreo— con Safari o Mozilla con Firefox. La cuestión es que el buscador de Alphabet tiene una cuota de dos tercios del mercado, mientras que el resto rara vez ha superado el 10%. Es esa condición la que hace que vaya a ser un terremoto para el mercado publicitario y lo que explica que hayan tenido que posponer dos años más este cambio.
 
"El retraso ha sido fundamentalmente porque cuando sacaron su idea era algo a desarrollar, no estaba trabajado", comenta Agustín Pérez Buendía, director de la consultora publicitaria Sibbo Ventures. Además, la privacidad que defendían sobre el papel no estaba tan clara a la hora de pasarla a la práctica. Se trataba de Flags, una idea con la que no se guardaban cookies, pero con la que ofrecían segmentación de público que podía llegar al máximo detalle. "Permitían combinar tantas características que al final te quedabas con una o dos personas, y eso casi como tener los datos de cada una, cuando ellos decían que querían evitar la identificación".

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Fuente: El Confidencial